Impermeabilizar un tejado no va solo de evitar goteras. Va de proteger una estructura que, los 365 días del año, está expuesta al sol, al viento, a la lluvia… y también a los errores humanos.
En zonas como Alicante, donde los cambios de temperatura son tan comunes como los días despejados, elegir bien cómo impermeabilizar un tejado puede marcar la diferencia entre años de tranquilidad o problemas antes de la siguiente primavera.
En este artículo te contamos, de forma clara y directa, las diferencias entre dos soluciones muy habituales: la clásica tela asfáltica y el impermeabilizante elástico con fibra de vidrio, una opción más moderna y resistente, especialmente adaptada a las cubiertas tradicionales de nuestra zona.
Si estás pensando en reparar o renovar tu tejado, esta guía te servirá para tomar una decisión con conocimiento de causa.
- ¿Qué problemas queremos evitar al impermeabilizar un tejado?
- ¿Por qué la tela asfáltica ya no es suficiente?
- Cómo se aplica el impermeabilizante elástico con fibra de vidrio
- Ventajas a largo plazo de aplicar el impermeabilizante elástico: mantenimiento y renovaciones
- Comparativa: tela asfáltica vs. impermeabilizante elástico
- 7 Errores comunes al impermeabilizar un tejado
- Resumen
¿Qué problemas queremos evitar al impermeabilizar un tejado?
Los tejados lo aguantan todo: lluvias, viento, cambios de temperatura, pisadas… e incluso chapuzas mal hechas. Impermeabilizar no es un capricho, es una forma de proteger la estructura del edificio frente a filtraciones y humedades que, si no se detectan a tiempo, acaban afectando a techos, paredes y bolsillos.
Estos son los problemas más frecuentes que solemos encontrar cuando un tejado pide a gritos una intervención:
- Tejas rotas o desplazadas que dejan pasar el agua.
- Falta de una barrera impermeable bajo las tejas.
- Manchas de humedad en techos o paredes.
- Deterioro por el paso del tiempo… o por arreglos mal ejecutados.
¿Por qué la tela asfáltica ya no es suficiente?
Durante años, la tela asfáltica ha sido la reina de las impermeabilizaciones. Pero que se haya usado tanto no significa que sea lo ideal.
En Verticales y Servicios nos encontramos a menudo con tejados donde se ha colocado tela asfáltica sin reparar primero la base. ¿El resultado? Una solución aparente que, con el tiempo, da más problemas que alegrías:
- Se instala directamente sobre las tejas, sin arreglar primero la cubierta original.
- Su vida útil ronda los 5 años. Después, se agrieta, se despega y se rompe.
- Es muy sensible al tránsito: un paso mal dado y… adiós impermeabilización.
- Impide que el tejado “respire”, favoreciendo acumulación de humedad.
- Se colocan capas sucesivas que aumentan el peso sobre listones pensados solo para tejas.
- Cuando empieza a despegarse, el viento puede arrancar trozos que acaban volando o cayendo a la calle.
¿Cuál es la alternativa más eficaz y duradera?
La clave está en el diagnóstico. Antes de tapar nada, hay que saber qué ha fallado. Muchas veces, con una reparación bien hecha es suficiente para alargar la vida del tejado sin tener que recurrir a soluciones drásticas ni costosas.
Nuestra apuesta: el impermeabilizante elástico reforzado con fibra de vidrio. Es flexible, resistente y —lo más importante— se adapta perfectamente a tejados con teja plana alicantina, muy comunes en nuestra zona.
Cómo se aplica el impermeabilizante elástico con fibra de vidrio
Este sistema no se basa en colocar rollos o extender un material con rodillo a lo loco. Se aplica a mano, con brocha, siguiendo la forma de cada teja una a una, y eso marcará la diferencia.
Pero, ¿cuáles son los pasos a dar? Conócelos de inmediato:
- Aplica una capa base (imprimación) de impermeabilizante elástico tipo caucho, directamente sobre la teja.
- Vuelve a aplicar otra capa de impermeabilizante puro y coloca una malla de fibra de vidrio trenzada (de entre 250 y 300 gr/m²), que se amolde perfectamente al relieve del tejado.
- Añade, al menos, dos capas más de producto, sellando completamente toda la superficie y reforzando cada unión.
“Este sistema crea una “piel” impermeable, resistente, continua y flexible, sin juntas visibles ni puntos débiles. Y además, permite la transpiración del tejado, algo esencial en zonas cálidas como la nuestra.”
Miguel Ángel Gómis, CEO de Verticales y Servicios
Ventajas a largo plazo de aplicar el impermeabilizante elástico: mantenimiento y renovaciones
Una de las grandes ventajas de este sistema es su mantenimiento sencillo. Con el paso de los años, si se desgasta la capa superficial, basta con limpiar bien y aplicar una nueva mano. Las capas inferiores seguirán haciendo su trabajo.
Además, al ser un sistema ligero, no sobrecarga la estructura (como sí ocurre con varias capas de tela asfáltica), y no se ve afectado por el tránsito ocasional de operarios que suben a la cubierta a revisar aires, antenas u otros servicios.
En resumen: es más laborioso, sí. Pero es más eficaz, más respetuoso con el tejado y mucho más seguro.
Comparativa: tela asfáltica vs. impermeabilizante elástico
Característica | Tela asfáltica | Impermeabilizante elástico |
Durabilidad | 5 años aprox. | 10 años o más |
Resistencia al tránsito | Muy baja | Alta |
Adaptación a tejados con teja | Limitada | Excelente |
Facilidad de mantenimiento | Requiere retirar o añadir capas | Solo aplicar nueva capa |
Peso añadido | Alto | Ligero |
Estanqueidad a largo plazo | Se despega con el tiempo, riesgo de desprendimientos | Se mantiene flexible y eficaz |
Riesgo de filtraciones | Alto | Bajo |
Precio | Económico (material y mano de obra baratos) | Más elevado (materiales + tiempo) |
Tiempo de ejecución | Rápido | Lento (aplicación manual) |
7 Errores comunes al impermeabilizar un tejado
Impermeabilizar no es echar producto y esperar lo mejor. Estos son los errores más comunes que vemos en tejados que terminan dando guerra antes de tiempo:
1. No revisar el tejado antes de empezar
Uno de los fallos más habituales es empezar a impermeabilizar sin comprobar el estado del tejado original. Si hay tejas rotas, desplazadas o mal rematadas, cualquier producto que se aplique encima acabará fallando.
La base debe estar en buenas condiciones para que la impermeabilización tenga sentido. Si no, estamos “tapando el problema”, no solucionándolo.
2. Acumular capas sin control
En algunos tejados, especialmente los que han recibido varias intervenciones a lo largo del tiempo, se acumulan capas de diferentes materiales: tela asfáltica, pintura impermeable, selladores, etc.
El resultado es un tejado pesado, sin ventilación y con muchas posibilidades de que una de esas capas acabe fallando. Superponer sin criterio no es reparar, es camuflar.
3. Aplicar menos capas de las necesarias
Otro error bastante común, especialmente cuando se busca ahorrar tiempo o producto, es no aplicar suficientes capas de impermeabilizante elástico. A simple vista puede parecer que con una o dos manos ya está todo cubierto, pero en realidad, el sistema necesita un mínimo de tres capas bien trabajadas para ofrecer una protección duradera.
No hablamos aquí de “capas sin control” como en el caso anterior de la tela asfáltica. Esto va de lo contrario: se quedan cortos. Y cuando eso ocurre, el recubrimiento no tiene el grosor suficiente, pierde elasticidad antes de tiempo y la protección frente al agua y los rayos UV se ve comprometida.
La mayoría de fabricantes recomiendan una aplicación mínima de 2 kg/m², distribuida en varias capas. Menos cantidad equivale a menor espesor y mayor riesgo de que la impermeabilización falle mucho antes de lo previsto.
El resultado final depende tanto del producto como de cómo se aplica. Y en este caso, menos no es más.
4. No usar fibra de vidrio para “armar” el impermeabilizante
Muchos aplicadores —y también algunos particulares— piensan que el impermeabilizante elástico es mágico por sí solo, como si bastara con extenderlo y ya está, pero no es así.
Si no se refuerza con una malla de fibra de vidrio trenzada, el caucho, con el paso del tiempo, tiende a resquebrajarse, despegarse y perder flexibilidad. Especialmente en zonas donde da el sol muchas horas o donde se produce movimiento térmico entre tejas.
La fibra no solo refuerza la adherencia, también distribuye las tensiones, evita roturas y alarga la vida útil del sistema. Es como el esqueleto del impermeabilizante: sin ella, el producto no aguanta lo que promete.
5. Usar materiales incompatibles con la cubierta
No todos los productos sirven para todas las cubiertas. Aplicar una tela asfáltica sobre teja plana alicantina, por ejemplo, es un error habitual. Cada material necesita su tratamiento específico y hay que conocer bien el tipo de soporte para escoger la solución adecuada.
6. No respetar los tiempos de secado o curado
El clima, la humedad o simplemente las prisas hacen que muchas impermeabilizaciones se hagan corriendo, pero no respetar los tiempos de secado entre capas o antes de exponer el tejado al agua puede arruinar el trabajo. La paciencia, en este caso, es parte de la técnica.
7. Olvidar el mantenimiento posterior
Impermeabilizar bien no significa olvidarse del tejado para siempre. Los tejados deben revisarse periódicamente, al menos una o dos veces al año. Comprobar el estado del material, limpiar canalones y detectar a tiempo cualquier deterioro es la mejor forma de alargar la vida útil de cualquier sistema, por muy bien aplicado que esté.
Resumen
- La tela asfáltica puede parecer una solución rápida y económica, pero en muchos casos solo aplaza el problema… y lo agrava con el tiempo.
- En tejados con teja plana alicantina, la mejor opción es respetar su estructura y aplicar impermeabilizante elástico con refuerzo de fibra de vidrio.
- Un poco más de esfuerzo, muchos años de resultado. Sí, puede que la aplicación del caucho elástico lleve más tiempo y requiera algo más de inversión, pero el resultado compensa: protección real y duradera.
Si no estás seguro del estado de tu cubierta, o necesitas una valoración profesional, estamos aquí para ayudarte. Mejor actuar bien a tiempo que poner parches después. ¡Contáctanos!