4 señales de que tu fachada necesita mantenimiento urgente

Trabajador de Verticalesyservicios, haciendo un mantenimiento de fachadas.

La fachada es la carta de presentación de cualquier edificio. No solo es lo primero que se ve desde fuera, sino que también protege la estructura de agentes externos como la lluvia, el sol o el viento. Por eso, cuando muestra señales de deterioro, lo mejor es actuar cuanto antes. Ignorar ciertos síntomas puede convertirse en un problema mayor… Y más costoso.

A continuación, desde Verticales y Servicios te mostramos los signos más comunes que indican que una fachada necesita una intervención urgente. Además, te contamos cómo se debe llevar a cabo un buen mantenimiento de fachadas y qué tipo de cuidados existen para mantenerla siempre en buen estado.

Problemas habituales que requieren mantenimiento de fachadas

Con el paso del tiempo, es normal que las fachadas sufran ciertos daños. Lo importante es saber identificarlos a tiempo y llevar a cabo cuanto antes la reparación de las fachadas para evitar que los problemas se agraven. 

Estos son los signos de daño más frecuentes:

1. Grietas visibles y fisuras en la superficie

Si son profundas, pueden comprometer la estructura del edificio y dejar pasar la humedad. Las fisuras más pequeñas también deben tratarse con una adecuada rehabilitación de fachadas, ya que con los cambios de temperatura o la lluvia pueden abrirse más. 

Si ves líneas que no estaban ahí antes o que han crecido, es momento de una revisión.

2. Desprendimiento de pintura o materiales

Cuatro imágenes de fachadas con desperfectos y roturas.

El descascarado de la pintura o el desprendimiento de partes del revestimiento indican que la fachada está perdiendo su protección. Esto puede deberse a la exposición prolongada al sol, al paso del tiempo o a un mal aislamiento.

Además de afear la fachada, estos daños permiten que el agua y la suciedad penetren en el muro exterior. Aumentar la protección de las fachadas en estos casos se vuelve imprescindible.

3. Filtraciones de agua y manchas de humedad

La presencia de manchas oscuras, moho o zonas con humedad persistente es una señal clara de filtraciones, que pueden provocar daños en el interior del edificio (malos olores, aparición de hongos, deterioro del aislamiento, etc.). 

4. Acumulación de suciedad o moho en la fachada

El polvo, el humo, los excrementos de aves y los hongos se adhieren muy fácilmente, sobre todo si no se efectúa una correcta limpieza de las fachadas. 

“Una fachada sucia no solo preocupa por su imagen: la suciedad puede acelerar el deterioro de los materiales y generar moho o verdín en las zonas más húmedas, lo que puede afectar a la salud de los ocupantes”.

Miguel Ángel Gomis, CEO de Verticales y Servicios

¿Cómo realizar un mantenimiento de fachadas efectivo?

El cuidado de las fachadas que llevan a cabo los equipos profesionales va más allá de pintar de vez en cuando. Requiere un enfoque más completo que contribuya a conservarlas y protegerlas a largo plazo. Estas son las claves:

Inspección periódica para detectar daños a tiempo

Operario haciendo un mantenimiento de fachadas.

La inspección de fachadas debería tener lugar, al menos, una vez al año. Así, se podrán detectar pequeñas grietas, zonas con humedad o suciedad acumulada antes de que se conviertan en problemas mayores.

Y, si el edificio está en una zona costera, expuesta a un clima extremo o tiene mucho tránsito, conviene hacerlo aún con más frecuencia.

Reparación de grietas y fisuras

No todas las grietas son iguales. Algunas requieren solo un sellado superficial y otras necesitan intervención estructural.

En cualquier caso, lo importante es actuar cuanto antes para evitar filtraciones o daños mayores. Un profesional experto en la conservación de fachadas sabrá qué tratamiento aplicar en cada caso.

Limpieza y desinfección de superficies exteriores

Una limpieza adecuada puede devolverle a la fachada su aspecto original. Dependiendo del tipo de material (ladrillo, piedra, hormigón, etc.), optaremos por métodos como el hidrolavado, el cepillado o el uso de productos específicos para eliminar los hongos, el moho y la suciedad incrustada.

Protección mediante pintura o tratamientos específicos

Trabajador de Verticalesyservicios reparando una fachada.

Una vez limpia, la protegemos con pinturas o revestimientos para fachadas. Existen pinturas impermeables, transpirables, antihumedad, autolimpiables y de muchos más tipos. Elegir una u otra dependerá del clima, de la orientación del edificio y del tipo de superficie. 

“Los tratamientos y revestimientos especiales para fachadas mejoran su aspecto estético y, además, alargan su vida útil”.

Miguel Ángel Gomis, CEO de Verticales y Servicios

Impermeabilización de fachadas para prevenir filtraciones futuras

Aplicar productos impermeabilizantes es fundamental en zonas lluviosas o con riesgo de filtraciones. Su función es crear una barrera invisible que evita que el agua penetre en la estructura, sin alterar la apariencia exterior.

También existen soluciones específicas para juntas, terrazas o cubiertas, que refuerzan aún más la protección.

Tipos de mantenimiento de fachadas: ¿qué opción es la más adecuada para tu propiedad?

Cada edificio es distinto y, por tanto, requiere un tipo de mantenimiento diferente. Conocer las opciones disponibles te ayudará a tomar la mejor decisión:

Mantenimiento preventivo

Su objetivo es evitar que aparezcan los problemas. Se basa en inspecciones periódicas, limpiezas regulares y pequeños retoques que mantienen la fachada en buen estado.

Es la opción más económica a largo plazo y la que menos molestias genera.

Mantenimiento correctivo

Se realiza cuando ya hay un problema visible, como grietas, manchas de humedad o desprendimientos.

Requiere más recursos y tiempo, ya que suele implicar reparaciones mayores. Aunque es inevitable en ciertos casos, conviene no dejar que la fachada llegue a este punto.

Mantenimiento integral

Es el más completo. Combina la prevención con la corrección y suele hacerse cada varios años.

Incluye limpieza, reparación, pintura, impermeabilización y revisión de elementos complementarios (canalones, juntas, etc.). 

¿Con qué frecuencia debe realizarse el mantenimiento de fachadas?

No existe una única respuesta, ya que depende del tipo de fachada, el clima y la ubicación del edificio. Sin embargo, la recomendación general es esta:

  • Una inspección anual es recomendable en la mayoría de los casos.
  • Una limpieza cada 1 o 2 años.
  • Reparaciones y repintado cada 5 o 10 años, según el estado y los tipos de materiales.
  • En zonas costeras o con mucha contaminación y en edificios antiguos o con revestimientos delicados conviene aumentar la frecuencia. 

Resumen

Aunque algunas tareas de restauración de fachadas pueden parecer sencillas, este trabajo requiere experiencia, herramientas adecuadas y productos específicos. Un equipo profesional es capaz de:

  • Detectar problemas ocultos antes de que empeoren.
  • Aplicar los tratamientos más adecuados para cada tipo de superficie.
  • Realizar trabajos seguros, incluso en altura.
  • Garantizar un acabado duradero y estético.

En definitiva, el óptimo mantenimiento de fachadas, más allá de mejorar la imagen, previene problemas estructurales, reduce costes a largo plazo y aumenta el valor de las propiedades

Y, para que todo salga bien, lo mejor es confiar en manos expertas


Foto del autor

CEO Verticales y Servicios

Director de Estrategia y Especialista en Seguridad en Altura

Fact Check

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